CIUDAD DE MÉXICO (Expansión) -
Si bien la nueva generación de MacBooks comenzó a venderse en el país hace poco, esta semana desembarcaron en el país los modelos que cuentan con touchbar, una barra de menús de diferentes funciones, 100% táctil, ubicada en la parte superior del teclado de esta nueva generación de computadoras de Apple, y por la cual, la firma de la manzana describe este nuevo modelo como “el más innovador” que ha tenido la línea en 25 años.
Para alguien que desde su primera laptop ha sido usuaria de MacBook, la sensación del nuevo modelo al primer momento es grata; aunque no es tan ligera como una MacBook Air y sin duda se aleja del nuevo objetivo en el mercado, de que las laptops pesen menos de un kilogramo, para tratarse de un equipo de alto rendimiento es muy ligera. Brinda esta sensación de mucho poder en un espacio compacto.
Las nuevas integraciones en Macbook como Siri y la autenticación con huella digital, son factores que sí hacen la experiencia mucho más simple y rápida en términos del mundo de las computadoras, pues la acerca a las costumbres de los smartphones y permite que la convivencia entre los diferentes gadgets del ecosistema sea más ágil.
Una vez sincronizada y frente a la pantalla –cuya alta resolución es notoria sin necesidad de ser diseñadores o editores de imágen– fue cuando finalmente llegué al momento de jugar con la barra, y digo jugar, puesto que al ser una añadidura completamente nueva en una laptop, es la curiosidad más que el sentido práctico lo que te invita a usarla.
Atajos en la punta de los dedos
En su modo normal, las funciones de la barra son las que anteriormente aparecían en los botones superiores del teclado, como volumen, brillo o la función para separar los espacios activos en la pantalla. Estas cuatro funciones predeterminadas pueden personalizarse dependiendo de la app que esté en uso aunque las cuatro básicas siempre están ahí, al igual que las teclas de funciones, que se despliegan al apretar la tecla “fn”.
Tras navegar en la red, la barra puede mostrar cosas interesantes como las ventanas o sitios que usas más a menudo o al revisar el correo electrónico, puedes tener al alcance de tus dedos funciones como borrar, tus carpetas o incluso al enviar un correo, la barra puede mostrar sugerencias de direcciones a los que podrías enviar el mensaje, basado en tus patrones de uso de correo electrónico.
Sin embargo, en sentido práctico y para tareas simples como redactar un texto en Word, el texto predictivo resulta innecesario si estás concentrada escribiendo o haciendo búsquedas más profundas en la red. Ya enfocada en mi trabajo volteaba poco a ver las sugerencias de la barra, pues implica un paso más en mi proceso.
Pero por el contrario, al usar programas que implican imágenes, video o muchos datos, la barra sí puede hacer una diferencia.
Un ejemplo de esto se puede ver con iPhoto, pues dado que la barra se adecúa a las funciones más usadas según cada programa, puedes recorrer las fotos con solo pasar el dedo sobre la barra; ajustar el brillo o intensidad de los colores al recorrer el dedo, como lo harías en tu teléfono e incluso es posible ver los cambios antes y después de la edición de una foto con un solo toque.
Paquetería como Final Cut, Garageband e incluso Excel –dada la reciente integración de Apple con la paquetería de Microsoft– muestran un uso más amplio y amigable de la barra, que pueden hacer menos tediosos ciertos procesos de detalle.
Y aunque en países como México, iMessage, no es la aplicación de mensajería más usada, poder responder con emoticones y texto predictivo desde el teclado, invita a usarla más.
Conforme pasaron los días, usar la barra para cosas cotidianas comenzó a parecer de uso más natural, pero al igual que un gadget completamente nuevo hay una curva de aprendizaje para sacarle provecho sobre todo con aplicaciones que no son de Apple, como la ya mencionada Final Cut o Adobe Photoshop.
Por ahora, si los usos cotidianos de la persona, se alejan de la edición de video o imagen, la barra, puede incluso parecer un widget divertido para usar, pero no una necesidad. Además de ser un detalle que incrementa el precio de la Macbook en 7,000 pesos, entre el modelo estándar y el más económico de los equipos touchbar.
Los modelos sin touchbar de la nueva Macbook tienen un costo de 34,999 pesos mientras que las que sí la tienen cuestan 41,999 pesos en 13 pulgadas y 45,999 en 15 pulgadas.
Además de la barra touch, el nuevo trackpad de mucho mayor tamaño y estabilidad, sí hace que al tacto las funciones sean más estables, al igual que en el teclado, que se siente más firme y da mejor sensación al pasar horas redactando.
Siri más cercana
Una de las nuevas integraciones de la Macbook Pro es Siri directamente en touchbar, tal vez la función con mejor y mayor uso de la barra, pues basta con un toque en la esquina para que el asistente despliegue su ayuda en pantalla, tal y como sucede en iPhone.
Para quienes usan poco a este asistente incluso en iPhone, y me incluyo, el tener acceso a ella disponible desde el escritorio, la convierte en una herramienta mucho más cercana.
Cables extras
Uno de los mayores cambios en la nueva línea de laptops de Apple sea el conector, esa que muchas veces se da por sentado, ahora es distinto y sí, provoca varios cambios.
Si bien el tener una entrada USB C es benéfico para el ciclo de la batería, la transmisión de datos e incluso la calidad de audio, hay que acostumbrarse a cargar con un cable más para poder disfrutar de sus beneficios y aunque la nueva MacBook Pro es un equipo con un costo mucho más elevado que el promedio de la industria, el precio no incluye los cables adaptadores adicionales para enlazar el resto de los gadgets que comprenden el ecosistema actual que una persona promedio tiene, incluso si son de Apple, como iPhone, iPad o iPod.
Si bien características como el USB C y los teclados totalmente touch son tendencias que se perfilan a convertirse en un estándar de practicidad en los próximos años, por ahora, quedan como elementos sofisticados de cómputo en un equipo sin duda poderoso.